Nuestra historia
Al comprar en Meme's Worms, no solo obtienes lombrices de primera calidad para tus necesidades. También alimentas sueños, apoyas la educación y nos ayudas a dejar un legado para la próxima generación. Cada compra, grande o pequeña, marca una gran diferencia en nuestra vida diaria.
Samantha, Reina Gusano
Comencé Meme's Worms como un negocio familiar para cultivar gusanos de alta calidad para jardinería y pesca.
Tabitha, Jefa de Cuidado de Gusanos
Tabitha es mi mano derecha y administra la granja de lombrices. Desde asegurar la calidad de nuestras lombrices hasta el envío de nuestros pedidos, Tabitha lo hace todo.
Kyler, alimentador de gusanos
Kyler es mi nieto, compañero de pesca y la inspiración para fundar Meme's Worms. Él cuida de nuestras lombrices, alimentándolas y recolectando sus excrementos.
The Heart Behind Meme’s Worms — Read My Story






From Scraps to Legacy: The Story of Samantha the Heart Behind Meme’s Worms
Descripción
This powerful Christian memoir follows the unforgettable true story of Samantha, a woman who survived unthinkable hardship, abuse, poverty, betrayal, and loss—only to rise again through faith, grit, and God’s unshakable provision.
Born into instability and raised without a mother’s nurture, Samantha’s childhood ended at age thirteen when she was married off to a twenty-year-old man. What followed were years of domestic violence, teenage motherhood, and heartbreak. She endured what would break most people—yet every time she fell, God sent someone to lift her up.
- From the night her baby lost four fingers in a tragic accident…
- To surviving abusive marriages…
- To escaping Oklahoma with her children on nothing but prayer and an empty gas tank…
- To building her first business while rolling biscuits at 5 AM…
- To betrayal from those she trusted most…
- To finding her voice, her calling, and eventually—her legacy…
Her story proves one truth:
God can take the scraps of your life and turn them into something miraculous.
When Samantha began raising worms in her laundry room just to take her grandson fishing, she had no idea she was planting the seeds of Meme’s Worms—a thriving worm-farming business that would reach thousands, empower communities, and inspire a new generation of homesteaders, gardeners, and entrepreneurs.
With raw honesty and unshakeable faith, Samantha shares how God met her in every valley, provided miracles when she had nothing left, and turned trauma into testimony. Her journey is heartbreaking, hope-filled, and ultimately triumphant.
Perfect for Readers Who Love:
- Christian memoirs
- True stories of survival
- Testimonies of God’s faithfulness
- Abuse recovery and trauma healing
- Inspirational women’s biographies
- Stories about resilience, forgiveness, and second chances
- Entrepreneurial journeys and starting a business from nothing
- Faith-based empowerment and legacy-building
What You’ll Take Away:
- That God never abandons you—not in poverty, not in abuse, not in heartbreak
- That the right people appear at the right time
- That your past does not define your future
- That miracles still happen
- That even the smallest beginnings can become powerful legacies
A Memoir of Fire, Faith, and the Worms That Built a Legacy
If you’ve ever wondered whether God can use a life as broken as yours — Samantha’s story is your reminder: He can. He will. And He does.
Readers will journey through:
- Faith in impossible seasons
- Healing from abuse and trauma
- The courage to rebuild again and again
- Finding purpose in unexpected places
- How God uses ordinary people for extraordinary things
This book is for anyone who has ever wondered, “Can God use someone like me? ”
Historia de los memes

Mi nieto Kyler y yo íbamos a pescar casi todos los fines de semana. El cebo era de mala calidad y se estaba poniendo muy caro.
Kyler y yo estábamos pescando un día cuando decidí cultivar algunos gusanos para nosotros después de no encontrar ningún buen cebo.
Entonces tomé una de las tazas de gusanos y las arrojé a un recipiente que había hecho.
¡Ese fue el comienzo de Meme's Worms!

Empecé a pensar en cómo podría ganar dinero y fundar una empresa para mi nieto. Tenía 10 años en aquel entonces. Cuando entrara a la preparatoria, podría tener un trabajo y, al graduarse, sería dueño de la empresa.
Comencé a investigar el mundo de los gusanos y vi una oportunidad, así que comencé Meme's Worms desde mi lavadero.
Sin darme cuenta, el lavadero se me había quedado pequeño y tuve que mudarme al porche trasero. La primavera siguiente, construí nuestra primera casa de aro.
Seguía trabajando en mi empresa, así que solo podía dedicar unas pocas horas al día a mi granja. Llegaba a casa sobre las 8 p. m., trabajaba hasta la medianoche en la granja y me levantaba a las 5 a. m.
Hice esto durante mucho tiempo.

Como pescadora, sabía que había necesidad de cebo de calidad, así que comencé con lombrices de tierra europeas y... ¡fue un éxito!
Antes de darme cuenta, ya me llegaban pedidos. Necesitaba poder hacer crecer los gusanos lo suficiente para que alcanzaran el tamaño de cebo, pero no estaba seguro de cómo hacerlo, así que me uní al programa de "cría de gusanos" de LJ Shier.
Luego necesité otro edificio, así que construí el segundo invernadero. Ahora podía empezar a criar lombrices y conseguir que alcanzaran el tamaño de cebo. Tenía temperatura controlada, así que no tenía que preocuparme de que se calentaran o enfriaran demasiado.
Seguí criando lombrices y vendiéndolas a los pescadores. ¡Me lo estaba pasando bomba!

Una pregunta que me hacían con frecuencia era si tenía lombrices rojas, pero en ese momento lo único que quería era cultivar gusanos para pescar.
Entonces llegó la pandemia y mi enfoque en la lombricultura cambió por completo. Sabía que las lombrices rojas eran la solución. Empecé mi cría de lombrices rojas en una granja cercana, donde podía comprar al por mayor y enviarlas a mis clientes.
...pero quería criar mis propios animales, así que decidí construirles otro invernadero. Añadí algunos estantes para la cría, especialmente en invierno. Este estante tiene capacidad para unas 110 bandejas de mortero. Funciona de maravilla para contenedores de cría y bandejas de engorde.
A partir de ahí, he añadido hileras, barriles, contenedores de plástico de 4x4, cajas, bolsas de plástico y comederos. Básicamente, hemos usado o seguimos usando cualquier cosa que pueda contener una lombriz.
Como pueden imaginar, necesitaba cada vez más espacio. En 2021, se presentó la oportunidad de comprar un almacén de 22,000 pies cuadrados y la aproveché sin dudarlo.
Hoy, mi familia y yo nos encargamos de la granja de lombrices de Meme. Pensar que salí de mi lavadero, solo puedo imaginarme lo que me depara el futuro.
Con cariño,






